domingo, 8 de abril de 2012

Los sabores del colorido

Hace viento. No parece aconsejable coger la bici. La lucha contra el viento le resta todo sabor agradable. Se me presenta una alternativa. Pasear, recorrer 8 km por la Via Verde. Abrigado, decidido, emprendo un paso adecuado al tiempo disponible y al recorrido. Me inserto, la tomo, avanzo, profundizo. Los pasos rápidos me acercan a los puntos kilométricos. Voy vagando en el andar. Mi cabeza se dispersa, mis oidos se contentan con los cantos de pájaros al atardecer. De pronto me encuentro con una manta de flores amarillas. A la izquierda. Han explotado sin anunciarlo. Y en esa masa se recrean otros arbustos que estan a punto de explosionar. Realmente atractivo. Qué bien sabe este color amontonado, abigarrado, inmenso, altivo, elocuente. Nos habla de algunas retamas. Lo disfrutamos.

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