lunes, 14 de octubre de 2013

Despues del Cabezo

El comienzo se cargo de dudas. Las dudas que me acompañan en los últimos años. Duda sobre mis posibilidades, dudas sobre mis esfuerzos, dudas sobre mi caminar. La noche anterior no fue propicia. Mucha comida, buena compañía y excesivos dulces. Al levantarme no me acompaña el optimismo: lo mejor sería quedarme aquí. Sin reflexionar me levanto, me preparo, nos animamos y buscamos el autobus. El viaje largo, el estómago pesado. Llegamos. No lo dudamos. Empezamos a andar. Poco a poco el cuerpo se fue haciendo. Los pasos automáticos, el andar firme. El esfuerzo en buscar alguna linterna amiga que nos hiciese mas visible el camino. Empiezo a sudar. Un año mas. Andamos. Raul habla, no calla, habla. Andamos. El sudor me asalta. Soy una hoja mojada. Casi sin querer llegamos a un alto. Para entonces progresivamente me he ido desprendiendo de la chaqueta del chandal. Toca ir al servicio, comer, respirar, descansar. Hemos superado la primera cuesta. Toca continuar. Alguna ave se ha despertado al ruido lineal de los senderistas, de los romeros. Sigue la noche, seguimos a la rueda de un matrimonio que porta sendas linternas. Respiramos, nos dejamos llenar por el fresco del amanecer. La conversacion va perdiendo la exigencia. Ahora Salvador se ha hecho nuestro. Casi sin percibirlo los pajaros se van despertando. Tenue va apareciendo el camino bajo los primeros albores del día. Es el gran momento. Sentir el amanecer. Sentir en el sudor la brisa matutina. SanGinés se ha hecho pronto. Personas conocidas, saludos, alegrias compartidas por el esfuerzo comun. El rio nos espera y con él el primer bocadillo. Con lentitud, mientras los comentarios se diluyen nos recreamos en el jamon, tomate y aceite. Alguna nueva foto. Son todo ventajas. Los pies, las piernas en su sitio. Paso del arroyo, comienzan los Caracolillos. Mi meta esta en el pino de tres pies. El camino se ha hecho llevadero al ir troceandolo. Alguna bici vino a alterarnos. Los tres pinos. Nuevo descanso. Agua, sudor, agua. Nueva meta: los refrescos. Y con la compañia nueva de un desconocido avanzamos, llegamos, lo hemos conseguido. Ahora nos toca la calzada, el mogollon de gente, la religiosidad popular y el humor dulce de haberlo conseguido