Anuncio de primavera

He observado los almendros, mañaneros, cubrirse de flores. Las allozas se muestran al tiempo que las hojas van verdeando sobre las ramas. Misterios de la naturaleza, que repite, sabia, acorde, su rito anual. Y con él, expectantes, el resto de árboles frutales. Algunos fieles, otros heridos han abandonado el camino. De los dos cerezos, uno ha decidido no acompañarnos. Ha dejado como testimonio sus amplios tallos, lanzados al cielo. Tallos quietos, quedos, sin movimiento. Me extraña su presencia, me duele su camino.

Menos mal que su vecino el avellano ha decidido brotar y nos agradece con sus llemas pletóricas. Misterio de la vida. Misterio de la primavera.